VACÚNATE, PERO…
Un tratamiento contra los males políticos, económicos y sociales
Hace un año escribía sobre la pandemia bajo el título “curémonos en salud”. Hoy, gracias a Dios y en buena medida a prestigiosas farmacéuticas, estamos hablando ya de vacunación, no sin las trabas que imponen los gobiernos y entidades como la OMS.
El momento me permite insistir en lo siguiente: ¡el gobierno no sirve para la función de importar vacunas ni mucho menos para vacunar! Vamos por partes: no sirve, no porque no tenga funcionarios “eficaces” o porque no tenga suficiente presupuesto; no podrá jamás, incluso si esas condiciones fueran “las óptimas”. No sirve porque los gobiernos, nacional y municipales, no son la vía idónea para fines o funciones distintas a las suyas: represivas. Las funciones represivas, es decir, las de impartir seguridad y justicia, son las únicas funciones propias y naturales de los gobiernos, además de administrar algunas obras públicas como carreteras, puentes, drenajes, alumbrado y ornato.
Ha quedado muy claro que los gobiernos, nacional y municipales, no pueden contener un virus, nunca lo hicieron y jamás lo podrán hacer. “La medicina a los médicos” escribí yo también hace más de un año. En tanto y en cuanto los gobiernos interfieran y usurpen esa esfera privada de los guatemaltecos seguiremos teniendo astutos politiqueros y pseudo-empresarios que sacarán provecho de la situación.
Mi invitación es hoy: vacúnate, pero…¡contra el estatismo! Debes inyectarte una sobredosis de liberalismo clásico y tomar una vez al día una dosis de las 5 Reformas, un tratamiento contra la pésima atención médica, pero también contra la pobreza, la violencia, la corrupción, la falta de oportunidades, el miedo, la mentira y la ignorancia. Únete a los buenos y sanos, y escríbeme, o búscanos aquí ¡Nosotros iremos por ti!
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