¡A salir de tu zona de confort!
Guatemala urge hombres y mujeres valientes.
La zona de confort o “de comodidad” es un estado psicológico en el que la persona se siente segura. Conoce esas condiciones de tiempo y lugar, y las controla; experimenta estabilidad. Al no asumir riesgos no siente ansiedad ni miedo, pero tampoco incentivos que la harían crecer. Este fenómeno, no querer salir de la zona de confort, está muy extendido en nuestro país.
Para las élites económicas y políticas todo “está bien”, al menos relativamente. Gozan de cierta estabilidad gracias a injustos privilegios consagrados en leyes malas. No quieren reformas radicales porque ello les exigiría abandonar dicha estabilidad.
Estas élites son culpables de mala fe, porque su parte de ignorancia, que la tienen, es absolutamente imperdonable, dadas sus múltiples oportunidades para investigar e ilustrarse. Y lo peor es que contra sus propios y legítimos intereses, muchos en las clases media y alta siguen esta misma conducta antisocial de las élites.
Las clases populares son afectadas negativamente por sus malas decisiones, desinformadas e irracionales, en contra de sus propios y legítimos intereses. Se dejan engañar fácilmente, y hasta parece que les gusta ser engañadas. Pero a diferencia de las élites y clases medias, no tienen la oportunidad de investigar, y esta carencia, en tanto existe, les exime de culpa.
¡A salir de nuestra zona de comodidad! Transitar por la zona de miedo, primero, pasando por la zona de aprendizaje y la zona de crecimiento, hasta llegar a la zona de innovación exige coraje y determinación, valores que parecen haber desaparecido. “Manténganse despiertos y firmes en la fe. Tengan mucho valor y firmeza” nos recuerda San Pablo (I Corintios 16, 13). Conoce más aquí.
Fotografía: Emprendedores news.
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