ZANCADILLA A LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Actualizado: 12 ene 2021
Las Elecciones Generales, han comenzado su recta final de cara a la primera vuelta este próximo 16 de junio. El poco andamiaje publicitario y de propaganda que ha sobrevivido luego de las modificaciones a la Ley Electoral y de Partidos Políticos está por invadir nuestros entornos, sobremesas, aulas académicas, dormitorios y cuanto lugar se les ocurra a los políticos y permitan los ciudadanos, principalmente por medio de la pantalla del celular, por el que probablemente me está leyendo.
Por supuesto que estos 3 meses a partir de marzo son el clímax de la propaganda política, pero de todos es sabido que mucho antes de este plazo ya muchos estaban en campaña. Y sin temor a equivocarme, al siguiente día de terminada la segunda vuelta electoral en 2015, ya muchos contaban con un plan para el siguiente año.
Pero por supuesto estamos en Guatemala y no escapa a nuestro entendimiento que ya desde el 3er trimestre de 2018 las piezas comenzaron a moverse a mayor velocidad, previendo el lanzamiento de los grandes candidatos históricos como Sandra Torres, Zury Ríos y Alejandro Giammattei entre otros, quienes mantuvieron presencia constante en medios de comunicación y redes sociales. Neto Bran es otro fenómeno que amerita una columna aparte en otra oportunidad.
Pero lo que nadie esperaba era que un candidato específico, saliera beneficiado con la solicitud de antejuicio en contra de Sandra Torres Casanova, candidata oficial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Y no solo con este antejuicio, sino con otros más que están pendientes de resolución, pendientes de presentación y otros más que harán que el partido de este candidato se presente a la audiencia como transfigurado.
La noticia corrió como reguero de pólvora por las redes sociales, y en las portadas de los medios de comunicación. Luego de 4 años, la ciudadanía observaba como a la candidata, que corre por segunda vez por la presidencia, se le señala en un caso de supuesto financiamiento electoral ilícito durante 2015. El Ministerio Público (MP) indica que son Q19.5 millones que no se reportaron al Tribunal Supremo Electoral (TSE) durante dicha campaña.
Pero como siempre el MP llega tarde a todo, no solo en las escenas de crímenes en contra de los ciudadanos de esta República. Después de 4 años de investigación en donde la UNE jamás tuvo reparos ni por la compra de chicles, donde la ex Fiscal, Thelma Aldana, afirmara que no se habían encontrado anomalías en campaña, a menos de 24 horas de que a la candidata Torres Casanova se le entregaran sus credenciales para participar, resulta que aparece el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, acusando a la UNE de Financiamiento Electoral Ilícito.
Que casualidad que llegara cuatro años y unas horas tarde, porque resulta que ahora toda la presión de este antejuicio recae sobre la Corte Suprema de Justicia, y si esta honorable corte, decide retirar la inmunidad a la candidata de la UNE, será el TSE quien decida si la candidatura continúa su curso para participar en la contienda o, si es retirada la misma y Sandra Torre queda fuera.
Pero si usted esperaba que estas elecciones fueran limpias, justas y ecuánimes, déjeme decirle que se equivocó. Definitivamente hay un candidato que prefiere eliminar a sus contendientes por default que por conteo en las urnas. Y definitivamente ha dejado bien plantada la semilla de la maldad, tanto en el MP como en el TSE, y ha comenzado la era en que se judicializa no solo la política, sino también las campañas electorales, donde a último momento se quiere eliminar a la competencia por medio de lo que la creatividad les pueda ir dictando.
Y no solamente Sandra Torres se encuentra en la mira de este candidato, también lo están Mauricio Radford, del partido Fuerza, la no inscripción de la candidata Zury Ríos y otros partidos que no entraremos a analizar por cuestiones de tiempo. Lo que sí es evidente es que el MP, junto con el TSE, tienen en estas elecciones mucha más responsabilidad directa para eliminar partidos y candidatos y muy probablemente allanen el camino para que, no solo la papeleta presidencial se depure de 22 a quizá solo 8 contendientes, sino que también muchos aspirantes a diputaciones y alcaldías queden fuera de la contienda por acusaciones de corrupción.
Así que vaya preparando sus poporopos para ver cómo las Cortes del país toman forma y partido en esta contienda, lo cual por supuesto no hace más que hacer este proceso, no solo atípico, sino que el más excluyente para la mayoría de partidos, pues al no haber partidos políticos privados, la injerencia del Estado en las mismas es más que descomunal y nefasta. No me mal entienda, que todos los candidatos mencionados en este artículo merecen mi rechazo en mayor o menor grado, pero los guatemaltecos merecemos, para salir de la pobreza en que estamos, unas elecciones verdaderamente libres y partidos políticos privados, para que sea el electorado el que decida la mejor oferta política, y no las peores sobras de lo que el Estado considera lo mejor para sus ciudadanos en cuestión electoral.
Y prepárese para cuatro años más cerca del desfiladero, que lamentablemente, y debido a nuestro cruce de brazos frente al quehacer político, es que no podremos tener mayor injerencia en el gobierno que un like o un tweet en redes sociales. Le dejo de tarea, y para que discuta con vehemencia en su sobremesa, quién es ese candidato presidencial que se va a beneficiar de todos estos antejuicios y acusaciones.
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