Cuando pensamos en la pandemia, podemos ver estadísticas y cuadros comparativos, y asustarnos y vivir en temor, esperando que el gobierno haga algo. Siendo mi formación profesional científica, recibo la información como viene, la comparo con el conocimiento previo, dudo de todo y busco la confiabilidad de los datos, a veces fallo y me creo algo por un tiempo, pero eventualmente empiezo a evaluar de nuevo todo. Cada vez es más difícil encontrar información y datos confiables, por la facilidad que nos provee la tecnología de publicar y ser escuchados. La mayoría de políticos y periodistas no son fuentes confiables, y muchos científicos tampoco. Los verdaderos científicos están constantemente cuestionando los hallazgos científicos, de eso se trata el método científico, de no ser así, no obtendríamos nuevos conocimientos.
Pero, ¿qué puede hacer el gobierno?
Hay dos respuestas a esa pregunta, la estatista es la que se ha venido practicando en los 200 años de historia de nuestros países latinoamericanos, la intromisión del gobierno en la esfera de salud, provoca privilegios, mala atención, endeudamiento nacional y mucho desorden.
La segunda es la mejor, y es hacerse a un lado y dejar que los profesionales en salud y comunicación hagan lo que mejor saben hacer. Es función de los médicos enseñar a sus pacientes la forma en que deben enfrentar una pandemia como esta. Y es necesario que los comunicadores sean objetivos, responsables, imparciales y comprometidos con la verdad. Si alguno no cumple su función con responsabilidad, para eso está el estado para impartir justicia y seguridad a los afectados, esa es la única forma civilizada de defender los derechos humanos.
Después de revisar las estadísticas internacionales sobre la presente pandemia, podemos notar que la misma no es tan mortal o mórbida como los medios de comunicación quieren hacernos creer, pero tampoco es inofensiva. Como podemos ver en las siguientes gráficas:
Morbilidad y Mortalidad de las pandemias de los últimos 50 años*
Como se puede observar su mortalidad únicamente supera la pandemia H1N1 y su morbilidad no alcanza el 20% de esa misma pandemia. Y la forma de atacarla supone la principal diferencia entre una pandemia y otra. Esto se puede observar con la siguiente tabla:
Morbilidad y Mortalidad por CoVid 19 por regiones del mundo al 15 de junio de 2021*
Las diferencias en la forma de enfrentar la pandemia han sido claves en los números anteriores. Los países que han adoptado medidas más cercanas a las formas previamente comprobadas de contención de las pandemias han tenido mejores resultados, que los que han seguido ciegamente las recomendaciones de las autoridades políticas mundiales de salud, o sea, el criterio médico sigue siendo superior al político.
Las recomendaciones en cuanto a lavarse las manos frecuentemente, no tocarse la cara, tener una buena alimentación y ejercicio, llevar una vida saludable y tomar distancia de los enfermos, así como los medios profilácticos (vacunas incluidas) y tratamientos médicamente probados para atacar la enfermedad, reducen en gran medida el impacto de la enfermedad e incluso otras enfermedades como la influenza estacional. Lo importante es que cada persona se informe sobre los riesgos y beneficios de cada tratamiento, sin censura o coerción, así puede tomar las mejores decisiones y ponderar los riesgos que cada tratamiento supone, esa es la función del médico, no del gobierno.
Independientemente de las teorías de conspiración, hay grandes empresas y miembros del Foro Económico Mundial, con su Agenda 2030, cuyo fin es dirigir al mundo a un globalismo dominado por ellos, aprovechando sus grandes fortunas y poder, han logrado avanzar en su plan. Pero su poder no es infinito, ellos no representan ni siquiera el 1% de la población mundial, por lo que su lucha es contra toda la humanidad. Hay dos formas de detenerlos una violenta y otra pacífica. La violenta requiere armas, muertos y dinero, mucho dinero. Durante los siglos pasados se intentó en muchas ocasiones éste método. Pero el siglo pasado también tiene varios ejemplos de transiciones pacíficas y negociadas, por medio de la política que an derrocado tiranos sin necesidad de las armas y violencia.
Yo me inclino más por la pacífica, que es por medio de la política, aplicando las 5 Reformas y su Gran Devolución.
Con las 5 Reformas tomamos distancia de los órganos supranacionales que han sido cooptados por esta agenda globalista y devolvemos el orden, justicia y libertad a los individuos, junto con todas sus funciones, poderes y recursos. Limitando el gobierno a sus funciones propias, dejamos que cada persona tome sus propias decisiones en beneficio propio y dándole al estado el poder de aplicar justicia y seguridad cuando un individuo es violentado en sus derechos humanos verdaderos.
¿Quieres detener el globalismo? A través de marchas, publicaciones y tuits, tu impacto será efímero y encapsulado al ámbito de influencia de los actores globalistas. La única forma pacífica de detenerlos es activándote políticamente, participando y apoyando partidos políticos de derecha liberal con un programa definido y congruente con sus principios, que lideren el cambio de sistema por uno capitalista para todos, sin privilegios.
Afortunadamente tenemos ya un programa bien establecido, estructurado y congruente con el que puede ser detenido eficazmente y para siempre ese globalismo del que venimos hablando. Este programa consta de 5 reformas:
Política: Estado limitado, esto significa que por su naturaleza se debe encargar de administrar las funciones para las que se creó: Seguridad, Justicia y Contratación de obras públicas.
Económica: Mercados libres, esto significa que deben estar libres de violencia y fraude, sin monopolios y privilegios. Queremos un país en donde la propiedad privada sea totalmente libre.
Educación: Enseñanza de primera calidad para todos. El poder debe estar en la demanda, poner la educación en manos de los educadores y no del gobierno.
Salud: Atención médica eficiente y excelente para todos. El poder debe estar en la demanda, poner la salud en manos de los profesionales y no del gobierno.
Previsión: La competencia genera excelencia. El poder debe estar en la demanda, poner los seguros y fondos de pensión en manos de los administradores y no del gobierno.
Si quieres saber más comunícate con nosotros en cualquiera de nuestras plataformas y redes sociales, estamos trabajando arduamente para devolver a tus manos y bolsillos los poderes, funciones y recursos que el gobierno te ha quitado poco a poco.
Anótate, fórmate, capacítate, participa aquí.
*Fuente: Elaboración propia con datos de https://es.statista.com/
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