Sin propiedad no hay eterna primavera

¡Proactivo día del ambientalismo de propiedad privada!

El 19 de julio los liberales clásicos conmemoramos el Día del Ambientalismo de Propiedad Privada, a propósito del natalicio de Samuel Kyer (1813-1874) empresario y pionero en refinar petróleo crudo, considerando el "abuelo de la industria petrolera estadunidense", industria que a la postre salvaría a las ballenas de la extinción, pues el aceite de ballena fue, gracias a Kyer y otros, reemplazado por los combustibles fósiles como fuente de energía.

En Guatemala, los bosques, los ríos y lagos y los recursos minerales comportan una enorme riqueza natural, sin embargo nuestras instituciones los condenan a “la paradoja de la maldición de los recursos”: los países que tienen abundante riqueza natural se desarrollan menos que los países en donde estos no abundan. ¿Por qué este fenómeno?

Porque no existen las instituciones idóneas para usar racionalmente, proteger y hasta multiplicar esa riqueza natural. No existen claros ni ampliados derechos de propiedad, o no hay certeza jurídica sobre ellos. Los bosques, por ejemplo, son en su mayoría propiedad estatal (áreas protegidas), siendo ahí donde principalmente ocurren los incendios forestales. Los ríos y lagos están contaminados, derivado de la falta de claridad en los derechos de propiedad, la excesiva pobreza entorno a ellos y la ausencia de un sistema de justicia capaz de castigar, restituir o compensar los daños por contaminación. La minería es motivo de conflicto social y pobreza dado que el Estado es el dueño del subsuelo.

Esforcémonos en comprender que sólo un sistema de gobierno limitado, mercados libres y claros, fuertes y ampliados derechos de propiedad es capaz de transformar la riqueza natural en riqueza material, sin menoscabo de su protección y multiplicación. ¡Sin propiedad no hay eterna primavera! Escríbeme.

Fotografía: paralelo20 . con