San José La Arada
¿Cómo superar el permanente estado de calamidad en el que vivimos?
Los estados de excepción, como el estado de sitio o el estado de guerra, son políticas de seguridad ocasionalmente necesarias y legítimas para restituir el orden público. Lamentablemente, han caído en descrédito porque los gobernantes estatistas han hecho de ellas la regla, propiciando la corrupción y el despilfarro.
Hace dos días otro estado de calamidad pública fue ratificado por el Congreso, a petición del Ejecutivo, sumando a la fecha más de diez. Ello confirma que este gobierno ha administrado el país a punta de estados de excepción, otro claro síntoma del mal sistema de gobierno que tenemos.
El problema de Guatemala es que vivimos en permanente estado de calamidad y es así porque el gobierno no se limita a lo único que puede y debe hacer: seguridad, justicia y obras públicas.
El caso de San José La Arada, municipio de Chiquimula, confirma que, si el gobierno municipal en coordinación con el gobierno departamental, cuyo gobernador, a propósito, debiera ser electo democráticamente, se limita a sus funciones propias, habría diques y embalses que encaucen las aguas del río San José, conteniendo inundaciones, evitando daños a la propiedad privada y protegiendo vidas humanas. Estas obras públicas, financiadas con el impuesto único recaudado por la tesorería municipal, permitirían también utilizar el agua de lluvia para el riego de buena parte de lo que han llamado “corredor seco”, el cual, como vemos, tiene un enorme potencial de evitar problemas de sequía.
No es el exceso de lluvia, ni los períodos secos estimado lector. No son los estados de excepción ni tampoco la corrupción. Lo que nos mantiene en permanente estado de calamidad es el sistema estatista, y superarlo requiere transitar al capitalismo liberal. Escríbeme si quieres saber cómo.
Créditos: Chapin TV.
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