¿Quién es el mejor árbitro?

El mejor gobierno también es el que menos se nota.

El árbitro guatemalteco Mario Escobar, quien dirigió el partido entre Gales e Irán, ha sido muy criticado por rectificar una decisión con la asistencia del VAR. Personalmente no veo razón para criticarlo tan fuerte, más bien nuestro apoyo y felicitación desde esta tribuna por su desempeño en el Mundial de Qatar.

El mejor árbitro, sin embargo, es aquel que menos se nota en un partido, aquel cuyas decisiones no pesan en el marcador final y cuyas actuaciones favorecen el juego fluido, sin interrupciones excesivas, favoritismos y apegado a las reglas del juego. Los jugadores y las reglas son la base para el buen desempeño arbitral. Si las reglas son iguales para ambos equipos, claras, pocas y sencillas, y los jugadores tienen talento, es probable que el juego sea un espectáculo.

Al igual que los árbitros en el fútbol, en la política el mejor gobierno es aquel que menos se nota y el gobierno que menos se nota es el gobierno limitado en funciones, poderes y dinero, aquel que se limita a brindar seguridad, justicia y obras públicas. Solo un gobierno limitado es capaz de no entorpecer el juego de la cooperación social. Hoy en día, lamentablemente, los gobiernos pesan demasiado en nuestras vidas y con sus muchas, complejas y especiales leyes entorpecen el desempeño de ciudadanos, familias y empresas.

Para tener buenos y mejores gobiernos debemos recortar sus funciones. Para ello es necesario una reforma constitucional, derogar las leyes que les otorgan excesivas funciones, poderes y dinero y aplicar cinco reformas que favorezcan el comercio y la libre empresa. Solo de esta manera tendremos gobiernos que no se noten, que pesen menos en nuestras vidas. ¿Qué piensas?

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