¿NUEVA CONSTITUCIÓN? SÍ, PERO… (4 Y FINAL)
¡Guatemala urge cambios radicales en la dirección correcta!
En mis tres columnas anteriores he explicado el “por qué” es necesaria una nueva Constitución, pero una de signo liberal clásico. He dicho además “qué” normas debería incluir. En este último artículo de la serie responderé brevemente al “cómo”. Si te interesa ampliar el tema escríbeme.
Refundar el país exige acudir al ejercicio del Poder Constituyente, un poder que tiene la atribución de establecer el sistema político, económico y social de un Estado. Según Ermo Quisbert, constituye la “voluntad originaria, soberana, suprema y directa que tiene el pueblo”. Por sus características, el poder constituyente puede ser originario, cuando actúa dictando una primera Constitución o una que sea resultado de un cambio radical en todas las estructuras del Estado; o puede ser derivado, cuando acabado el ejercicio del poder constituyente originario, se debe dar continuidad.
El órgano que ejerce el poder constituyente originario es una Asamblea Constituyente Originaria. Esta se conforma mediante ley especial, aprobada por el poder legislativo, el cual además fija la necesidad de efectuar una consulta popular que ratifique posteriormente los acuerdos adoptados. La Asamblea puede ser integrada por cualquier ciudadano, con excepción de quienes ejerzan cargos en el Estado, pudiendo ser miembros de cualquier partido político u organización de tipo social, gremial, comunal, empresarial, religiosa, estudiantil, étnica o cultural.
Guatemala urge cambios radicales en la dirección correcta: hacia el capitalismo para todos. Pero como se deduce necesitamos de partidos y políticos de derecha en el poder, y de alianzas entre buenos empresarios, académicos, cristianos, estudiantes, profesionales, comunicadores y militares, a fin de cambiar el sistema. Sí, es muy difícil, pero no imposible. ¿Te sumas? Conoce más de nuestro proyecto aquí y con tu apoyo transformemos a Guatemala.
Comments