¿Ley de movilidad eléctrica?
¡Gente de bien: ahora tenemos otra ley mala más por derogar!
Hace unos días el Presidente Giammattei sancionó el Decreto 40-2022, “Ley de incentivos para la movilidad eléctrica”. Aprobada en el Congreso con 102 votos a favor, esta ley establece la exoneración de impuestos (IVA, ISR, a la primera matrícula y de circulación) en la importación, compraventa y uso de vehículos eléctricos, híbridos, de hidrógeno y sistemas de transporte eléctrico en el país.
Esta ley es injusta, antieconómica, ambientalmente dañina y de signo estatista. Es injusta porque rompe el principio de igualdad de derechos o igualdad ante la ley, otorgando el privilegio de la exoneración de impuestos solo a unos pocos, claro, los muy pocos que podrán comprar los carísimos vehículos eléctricos o híbridos.
Es antieconómica porque distorsiona el comportamiento natural de la oferta y la demanda de vehículos eléctricos, por tanto distorsiona el sistema de precios, el cual nos informa sobre la demanda real, abundancia, escasez y calidad de los productos que compramos en el mercado.
Es ambientalmente dañina porque inhibe artificialmente el uso de combustibles fósiles (gas natural, petróleo y carbón), sin los cuales la industrialización y el crecimiento económico es virtualmente imposible, y sin ello, imposible también la transición a una economía menos dependiente de recursos naturales.
Finalmente, es una ley de signo estatista, porque otorga más atribuciones, poderes y dinero al Estado, específicamente al Ministerio de Energía y Minas. De este sistema estatista se benefician socialistas (izquierdas) y mercantilistas (derecha mala), los primeros con argumentos para aprobar más privilegios sociales y los segundos con más privilegios económicos, manteniendo ambos el status quo y el pacto social-mercantilista. Escríbeme y sígueme en redes sociales para ampliar el tema.
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