La derecha fascista
¡En Guatemala urge una derecha liberal!
El fascismo es una ideología política de extrema izquierda, basada en el autoritarismo, la represión y la violencia; es abiertamente nacionalista, mesiánico, antiliberal y antidemocrático, lo cual plasma claramente en su férrea oposición a los partidos políticos y las instituciones democráticas. Su máximo exponente fue Benito Mussolini en la Italia de 1922-1943.
En Occidente existe una derecha con algunos de estos rasgos. Hungría, España, Venezuela, Argentina y Estados Unidos con figuras como Víctor Orban, Santiago Abascal, Maria Corina Machado, Javier Milei y Donald Trump, respectivamente, son claros exponentes de esa derecha. Guatemala, tristemente, no escapa a esta versión de la derecha mala, habiendo también figuras públicas y expresiones políticas similares.
Estas figuras y expresiones, bien financiadas por empresarios, embisten contra gobernantes electos, funcionarios, instituciones democráticas y partidos políticos. Se valen de frágiles instituciones y las muchas leyes malas; judicializan la política (lawfare) y, en consecuencia, politizan la justicia; alegan enfermizamente fraude electoral –típica excusa del mal perdedor–, impulsan el directismo con sus marchas y plantones ciudadanos, criminalizan al rival político e incluso alientan golpes de estado. Sus acciones impiden el ejercicio de la política profesional y el debate civilizado de políticas públicas, coadyuvando en última instancia a la crónica inestabilidad, pobreza, crispación y violencia.
La derecha fascista es un síntoma del primitivismo político. Facilita el camino a las izquierdas y es un obstáculo para la derecha liberal, la buena, la derecha a favor del gobierno limitado, los mercados libres y la propiedad privada; de la democracia representativa, los partidos y la política civilizada.
Fotografía: bbc. com
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