La buena semilla
¡Ser buena tierra exige educación política!
El evangelio del pasado domingo (Mt. 13, 1-23) fue comentado por el Papa Francisco en su cuenta de Twitter. El Movimiento Semilla y sus militantes se dieron por aludidos y reaccionaron aplaudiéndolo.
Aclaremos: en ese pasaje Jesús nos habla del terreno (el camino, las piedras, los espinos, la buena tierra) y nos invita a ser buena tierra para que la buena semilla dé frutos. La semilla es su mensaje, el cual no se limita únicamente a la salvación personal. El evangelio del Reino de los cielos es amplio y completo: incluye normas y leyes para el gobierno, la economía y la sociedad.
Esas leyes y normas están contenidas principalmente en el Antiguo Testamento. En 1 Samuel 8 puedes encontrar una síntesis, pero también observa lo que Jesús enseña en Mateo 20, 25, Mateo 22, 21 y Mateo 25, 14-30 (Parábola de los talentos). Dios manda establecer un gobierno limitado en funciones, poderes y dinero, esa es la buena semilla; pero ni el Movimiento Semilla ni la UNE proponen ese modelo de gobierno, sino todo lo contrario: un gobierno enorme, paternalista y derrochador.
Lamentablemente las gentes caen rendidas a toda clase de fantasías. Ya lo dice San Pablo en 2 Timoteo 4, 3-4: “Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que solo les enseñen lo que ellos quieran oir. Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos”.
Cristianos de toda denominación: un verdadero cristiano no vota por socialistas ni progresistas. Un cristiano verdadero es fiel a las enseñanzas bíblicas y se opone al mal, en cualquiera de sus formas. Votar nulo, en blanco o abstenerse son las opciones congruentes. Protesta, pero haz propuesta: conoce el proyecto Fusionista, fórmate y apóyalo. Conoce más aquí.
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