El Bono 14
¡Eliminar las leyes y prestaciones laborales le vendría muy bien a tu economía familiar!
Hoy se vence el plazo para que los patronos, del sector público y privado, paguen el Bono 14 a sus trabajadores, equivalente a un salario o sueldo ordinario. Esta bonificación anual quedó amparada en el Decreto 42-92, aprobado un 3 de julio de 1992, hace ya 30 años, durante el gobierno del presidente Jorge Serrano Elías y Edmond Mulet como presidente del Congreso.
Esta bonificación es inmoral, al igual que la ley que le da vida. Lo es porque, en principio, redistribuye la riqueza de manera coercitiva. No es una bonificación que haya sido fijada libremente entre el patrono y el trabajador, ni mucho menos una remuneración fijada sobre criterios de productividad.
El bono 14 es otra de esas grandes conquistas de la izquierda guatemalteca, quien en compadrazgo con la derecha mercantilista, no han hecho más que empeorar el nivel de vida de los trabajadores. Lo que sucede en la economía real es que los trabajadores terminan pagando más caros los productos y servicios que consumen, dado que los empresarios debemos trasladar estas prestaciones laborales al precio final de los productos y servicios que producimos. ¿Ves por qué todo es más caro?
La única manera moralmente aceptable en la que puedes ganar más es logrando que las empresas sean más productivas en lo que hacen. Ello exige que se deroguen estas leyes y prestaciones laborales, pues impiden que haya una distribución natural de la riqueza, fijando salarios y sueldos conforme al mercado. Es también necesario derogar todas aquellas leyes que impiden que las empresas crezcan, se diversifiquen, tengan mayor capital y generen más utilidades. Tal vez el bono 14 alivie momentáneamente tus necesidades, pero en última instancia te hace más pobre estimado trabajador. ¿Qué te parecen estas ideas y propuestas?
Créditos fotografía: Prensa Libre.
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