Demarcaciones: somos liberclásicos
¡Que no te confundan!
Comunicado 01.2023 del Foro Liberal de América Latina
Los triunfos electorales de las izquierdas han provocado el surgimiento o el reforzamiento de diversas expresiones políticas contrarias, pero entre sí muy distintas, y distantes, incluso opuestas. Y algunas de ellas son nombradas, por propios y por extraños, como “liberales” o “libertarias”, conservadoras, o de derecha, incluso “extrema” o “ultra” derecha. Por eso es necesario DEMARCAR POSICIONES, para ACLARAR nuestras legítimas diferencias.
Lo que no implica peleas ni odios; ni desprecios, o cerrarnos a los diálogos. Cada quien tiene derecho a sostener su postura, en convivencia civilizada y con respeto. Pero no somos todos iguales, ni pensamos lo mismo. Con nuestros partidos, en el Foro impulsamos el PROYECTO CINCO REFORMAS para la transición, en paz y orden, al capitalismo liberal y democrático. Con todas las transformaciones estructurales o de fondo para cambiar el sistema estatista y social-mercantilista de hoy, cuyos dañinos efectos padecemos todos en la región, y consagrado en las LEYES MALAS, cuya derogación propiciamos.
La postura nuestra LIBERCLÁSICA o de liberalismo “clásico”, sigue una tradición identificada con los principios, códigos, valores y garantías para la vida, la libertad y la propiedad, mediante un sistema de gobierno LIMITADO en funciones (seguridad, justicia e infraestructura), en poderes, y en recursos.
Hay otras POSTURAS; a saber, aquí las CINCO más destacadas, con nuestras apreciaciones:
1) NEOLIBERALISMO. Hay quien dice que “no existe”. Sí existe, y se identifica con el “Consenso de Washington”, decálogo surgido en los ’80, que es en extremo insuficiente, en el mejor de los casos. Con tal postura, la “derecha mala” aspira sólo a “contener” a la izquierda. Y aún este objetivo tan modesto y muy poco ambicioso, se hace imposible con “reformitas” pequeñas, muy tibias o tímidas, que no llevan a la prosperidad ni al bienestar, ni a más y mejores oportunidades para todos. Por esto fracasan, y luego las izquierdas suelen ganar las siguientes elecciones.
2) LIBERALISMO “SOCIAL”. Es una vieja expresión para el consenso socialdemócrata, base del “statu quo” presente: mucho intervencionismo, dirigismo y controlismo estatista. Se dice “liberal en política” (y no en economía), sólo porque se reconoce “democrática y no autoritaria”. Es más de lo mismo: “Estado de Bienestar” (Welfare). “Liberalismo centrista” es otra expresión asimilable, los que van por “la vía media”, el “tercerismo” entre capitalismo y comunismo, “ni izquierda ni derecha” etc.
3) LIBERALISMO “PROGRESISTA”. Esta postura va más allá. Y aunque suele apoyar cierto libre mercado en economía (al menos retóricamente), se declara “anticonservadora”. Suscribe la agenda “progresista” de los radicalismos ecologista y feminista, e ideología de género, relativismo moral y cultural, los “derechos humanos” torcidos, etc. Es contradictoria esta postura, porque para ser realmente libres, los mercados y las personas requieren un gobierno limitado, no para imponer agendas ideológicas con la fuerza.
4) CONSERVADURISMO ESTATISTA, postura opuesta a la anterior. Con agenda “provida y profamilia”, pero nada de libre mercado. Misma contradicción, en el otro extremo: antiprogresista, pero estatista en economía, en muchos casos antiliberal declarada, y algo neofascista.
5) LIBERTARIANISMO. Sumamente marcada por el “anarcocapitalismo”, esta postura de las “ideas de la libertad”, ignora la divisa del Gobierno limitado. Es la más inconsistente e incoherente de todas, porque el capitalismo requiere de orden y un gobierno limitado. Y para nada congenia el capitalismo con anarquismo, que siempre ha sido y sigue siendo una ideología de izquierdas, enemiga del orden, la primera de las tres divisas históricas y presentes de la derecha, seguida de la justicia y de la libertad.
Hasta aquí las cinco posturas. Los nombre y apellidos, con sus rostros, o con sus siglas, en cada país, seguramente ya los pusiste tú mismo. Nosotros somos liberales “clásicos”, lo que significa liberales y a la vez conservadores, y esto es sin contradicción alguna. Somos la derecha buena, la derecha liberal, que de suyo quiere “conservar” ciertos valores e instituciones. Esta línea liberal-conservadora es así llamada FUSIONISTA, desde mediados del pasado siglo XX, aunque la palabra se remonta al siglo XIX.
Hechas las demarcaciones, valen algunas ACLARACIONES:
--- Juzgando resultados, se ve que artículos, libros y blogs, conferencias y charlas, videos y shorts, posteos en redes, incluso marchas de calle para “contener al comunismo” SON INSUFICIENTES.
--- La “antipolítica” no sirve sino la POLÍTICA, única alternativa a la violencia. Para las políticas públicas, la DEMOCRACIA representativa no es perfecta, pero sirve, con los PARTIDOS políticos, sus vehículos naturales. Y hasta que NUESTROS partidos sean legales para postular candidatos, el voto en blanco o nulo y la abstención son opciones legítimas, que acompañamos, aunque no pasivamente.
--- Repudiamos el LAWFARE, la judicialización de la política, porque resulta en politización de la justicia y consiguiente destrucción de lo que queda de instituciones. No nos plegamos a la “histeria anticorrupción” que es causa del “lawfare”. La corrupción extendida es consecuencia del estatismo.
--- Nuestra meta es cambiar no sólo de presidente o de partido de gobierno, sino de SISTEMA. No creemos en caudillos mesiánicos “carismáticos”, los solipsistas y narcisistas “salvadores de la patria”. Líderes tenemos, pero el PROTAGONISTA es el proyecto.
--- Proyecto que no es “revolucionario” sino DEVOLUCIONARIO: para devolver a la gente y a los agentes privados todas las funciones, poderes y recursos confiscados por el estatismo, y concentrados ahora en los gobiernos estatistas “todopropósito”, obesos y paralizantes.
--- Y no somos “minarquistas”; término reciente, incierto, borroso y equívoco. El liberalismo clásico postula y reivindica el “GOBIERNO LIMITADO” en funciones, poderes y recursos, un concepto muy bien definido y dibujado en su larga y gloriosa historia, en el presente, y también en su brillante futuro.
Nuestro proyecto es RACIONAL y rigurosamente REALISTA: no es “la solución para ya mismo” que pretenden los inmediatistas; eso no existe, no es real. Tenemos un camino por recorrer, una Hoja de Ruta. La velocidad depende del apoyo que tengamos: más apoyo, más rápido; menos apoyo, más lento. Sin apoyo, nunca: por el mal camino que llevamos seguiremos así, pero no “igual a como estamos”, sino de mal en peor. Por una simple razón: cuando los remedios adecuados no se aplican, los procesos de descomposición social no se estabilizan, sino que se agravan, como cualquier enfermedad.
No es un proyecto para “refundar la nación”: tampoco creemos en esa expresión, que equivale en la derecha a “revolución” en las izquierdas. Es para un pacífico y ordenado PROCESO DE TRANSICIÓN al capitalismo liberal, tal como ha sucedido en numerosos países ex comunistas, incluso ex socialistas, en todos los continentes del planeta desde los ‘80, CUYOS EJEMPLOS seguimos para nuestra América.
Pero desde nuestras convicciones, estamos abiertos al diálogo, aunque respetuosamente.
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¡Y muchas gracias!
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América Latina, mayo 2023.
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