¿Cómo acabar verdaderamente con la desnutrición?
¡Con más y mejores ingresos para las familias, es decir, con capitalismo liberal!
Es de sobra sabido que todas las formas de malnutrición son devastadoras para nuestros países, familias y gentes. La desnutrición, crónica y aguda, el sobrepeso y otros problemas alimenticios, en recién nacidos, niños, jóvenes y adultos, y los problemas de nutrición en madres gestantes y lactantes, comprometen seriamente las posibilidades de mejorar nuestra productividad, educación e ingresos familiares, en última instancia, de vivir más y mejor.
Innumerables programas, secretarías, ministerios, viceministerios, fondos, institutos, ONGs e iniciativas privadas contra la desnutrición, de toda gama y enfoque, se han probado sin éxito alguno. Ello es consecuencia de no entender que el problema de fondo es el estatismo o gobierno ilimitado en funciones, poderes y dinero. ¡Mientras el estatismo esté consagrado en nuestra Constitución, leyes y políticas públicas, la malnutrición será una constante!
Si logramos que los gobiernos, nacional y municipales, se limiten a sus únicas tres funciones: seguridad, justicia y obras públicas, lo cual implica el cierre total y definitivo de todas las entidades gubernamentales en materia de agricultura, ganadería y seguridad alimentaria, lo demás vendrá por añadidura, incluyendo el acceso a más y mejores alimentos, alta productividad en los campos agrícolas y ganaderos, servicios públicos eficientes y buenos hábitos alimenticios. ¡Los resultados llegarán tan pronto como tan rápida, completa y congruente sea la transición al capitalismo para todos!
Y aunque son loables los múltiples esfuerzos que se hacen desde la iniciativa privada, soy un convencido de que la verdadera batalla es “Política” y mediante partidos políticos completos, hasta ahora, lamentablemente, inexistentes. Sígueme en FB: Jorge David Chapas / Twitter: @JDChapas.
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