China, ¿un país pacificador?

“Donde pasan las mercancías no pasan las balas”, Frédéric Bastiat

Junio 18, 2025

En relación al nuevo conflicto en Oriente Medio, entre Israel e Irán, he tenido la oportunidad de revisar varias fuentes de información y análisis.

Recomiendo, como siempre, el sitio web del Dr. Ron Paul: https://ronpaulinstitute.org/; esta vez un artículo de Larry Johnson titulado: “El lado positivo en la oscura nube de guerra sobre Irán”. Recomiendo también al historiador español César Vidal, quien en su editorial del 13 de junio, publicado en su canal de YouTube “Desde el exilio”, examina en profundidad la compleja relación entre Israel e Irán, desmontando mitos y ofreciendo una perspectiva histórica que cuestiona las habituales percepciones sobre el conflicto.

Más allá del análisis y con el ánimo de arrojar esperanza donde hay desolación, los liberales clásicos hemos mostrado la realidad: el capitalismo se ha mudado al Oriente, más precisamente, al Lejano Oriente. A tenor de esta realidad es posible que las iniciativas de la Franja y la Ruta, y la de la Ruta de la Seda Polar, que China ha impulsado, provoquen paz y estabilidad en las regiones por las cuales se construyen las infraestructuras y las rutas marítimas: desde China hasta las Américas, pasando por el sudeste asiático, África, el Oriente Medio y Europa, occidental y oriental.

El libre comercio es la mejor arma contra los gobiernos conflictivos, el sionismo judío, la radicalización islámica, el separatismo, las migraciones irregulares y el terrorismo.

En Lucas 19, 40 leemos: “Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían”. Las naciones cristianas han fallado en su misión de civilizar el mundo y puede que Dios en su infinita soberanía procure que China (las piedras), no siendo una nación cristiana, logre pacificar al mundo a través del comercio. ¡Oremos para que así sea!